Me he dado cuenta de que el daño no lo hacen las personas sino "lo que queremos a esas personas". Alguien que no importa, que no quieres, jamás te hará daño porque dará igual lo que haga, nunca te podrá decepcionar ni habrá recuerdos de algo que te haya dejado huella ni te habrá dicho cosas tan sinceras que aunque ya no las diga, tú las sigues escuchando, aunque luego te das cuenta que no se puede oír lo que no te dicen...