Stephen Crane
- En el desierto
En el desierto vi una criatura, desnuda, bestial, que, acuclillada en el suelo, tenía su corazón entre las manos y comía de él. Dije: -¿Es bueno, amigo? Y él contestó: -Es amargo... amargo, pero me gusta porque es amargo, y porque es mi corazón.