Luis Fernando Peña Morocho
- pared blanca
Escribo y miro la pared, vuelvo a escribir y vuelvo a mirar la pared. El sonido de las teclas retumban en mi cabeza y de pronto silencio total mientras miro la pared. Me gusta mirar la pared, es blanca y eso me gusta. Es como poner mi mente en blanco. El silencio es interrumpido por los fuertes tecleos y vuelvo a poner el punto para otro silencio total. Tecleo, punto y silencio.
Luis Fernando Peña Morocho
- cascada fresca
Se siente bien, es tan vitalizante y fresca. Escuchar el sonido de la cascada y el murmullo de las gotas. Sentir cada gota cayendo en mi cabeza y hombros. Sentir el frescor recorriendo mi pecho y espalda. Cierro los ojos y siento cómo mi mente se refresca, mis ideas se reordenan y los ánimos vuelven. Es la hora -pienso con pereza-... es la hora de salir de la ducha, apagar el sonido de la cascada del móvil y acostarme.
Luis Fernando Peña Morocho
- Un chico cualquiera
La vida es muy dura sobre todo cuando tienes un sueño y el viento sopla de frente. Estudio higiene bucodental y trabajo en un restaurante. A veces deseo mucho dejar de trabajar para estudiar más a menudo pero necesito el dinero. Otras veces quiero darme por vencido y dejar de estudiar para tener más tiempo para salir y vivir. Lo único que me hace seguir adelante es el dulce olor de la recompensa de alcanzar mi meta. Ya me falta poco, un último esfuerzo.