Soy judío. Un judío, ¿No tiene ojos? Un judío, ¿No tiene manos, órganos, miembros, sentidos, deseos, emociones? ¿No come la misma comida, no le hieren las mismas armas, no le aquejan las mismas dolencias, no se cura de la misma manera, no le calienta y enfría el mismo verano e invierno que a un cristiano? Si nos pincháis, ¿No sangramos? Si nos hacéis cosquillas, ¿No reímos? Si nos envenenáis, ¿No morimos? Y si nos ofendéis, ¿No vamos a vengarnos?