Ella es... como el número pi. Me gustan tanto las matemáticas, porque son pura lógica. Los números son racionales, predecibles. Pero de repente, en medio de tanta armonía, aparece el número pi. Un número... misterioso, infinito, es un número que está vivo, crea su propio camino sin seguir patrones establecidos. Y eso hace que las matemáticas, además de lógica, también sean magia. Eso era Margarita para mí.