Todo el mundo comete errores, es normal. Pero, ¿sabes qué? Cuando sucede, está bien que una persona corrija a otra por haber cometido el error. No hay ninguna razón para castigarse uno mismo. Puede que, en el momento, pienses que no se puede arreglar, pero, si sigues viviendo y esforzándote, aprenderás a enmendarte.