A medida que crecemos, aprendemos que incluso la persona que se suponía que nunca nos fallaría, probablemente lo haga. Pelearás con tu mejor amigo, culparás a un nuevo amor por las cosas que el antiguo hizo. Llorarás porque el tiempo pasa demasiado rápido y habitualmente vas a perder a alguien que amas; así que, toma muchas fotos, ríe demasiado y ama como si nunca te hubieran herido porque cada sesenta segundos que pasan es un minuto de felicidad que nunca podremos recuperar.