Cuando el movimiento del yin-yang fluye hacia los extremos, se producen reacciones, ya que cuando el yang va hacia el extremo se transmuta en yin, y viceversa, siendo cada uno de ellos la causa y el resultado del otro. Por ejemplo, cuando uno trabaja hasta el extremo, se cansa y tiene que descansar (transición del yang al yin). Después de descansar, puede trabajar de nuevo (transición del yin hacia el yang otra vez). Este incesante cambio del yin al yang es siempre continuo.