Buscavida estira las piernas, hace bailar los dedos de los pies. Libres de los zapatos, que son dos números más chicos, los dedos de los pies se retuercen y retozan como gusanos felices. Ganapán lo mira hundir los pies, hasta los tobillos, en el agua. Las olas se deslizan sin brío entre las rocas. El mar, en bajante, se bate en retirada, y a su paso deja canales y lagunitas llenas de musgo y espuma y peces chiquitos que corren como flechas.