Juan Rulfo
- Pedro Páramo
Yo imaginaba ver aquello a través de los recuerdos de mi madre; de su nostalgia, entre retazos de suspiros. Siempre vivió ella suspirando por Comala, por el retorno; pero jamás volvió. Ahora yo vengo en su lugar, traigo los ojos con que ella miró estas cosas, porque me dio sus ojos para ver.
Aldous Huxley
- Un mundo feliz
Hogar, hogar... Unos pocos cuartitos, superpoblados por un hombre, una mujer periódicamente embarazada, y una turbamulta de niños y niñas de todas las edades. Sin aire, sin espacio, una prisión no esterilizada; oscuridad, enfermedades y malos olores. La evocación que el interventor hizo del hogar fue tan vívida que uno de los muchachos, más sensible que los demás, palideció ante la mera descripción del mismo y estuvo a punto de marearse.
Rodolfo Usigli
- Ensayo de un crimen, frag. Capítulo 4. Tiempo de vals
Había prometido. Aquello lo irritaba por encima de toda expresión, pero lo había prometido. Había prometido volver a verla, sin reserva alguna ya, al día siguiente. Al día siguiente a las seis. Y el día siguiente era hoy. Miró su reloj, que marcaba las tres y doce minutos.