Recuerdo hacia delante, y olvido hacia atrás. Mis recuerdos, malos, aburridos, o buenos, todavía no han tenido lugar. Así, me guste o no -y no se puede decir que me guste-, recordaré estar de pie en la hierba recién cortada con las figuras vestidas de negro rodeadas de lápidas hasta que lo haga de verdad. Recordaré el funeral hasta que ocurra, hasta que alguien se muera. Y después de eso, lo olvidaré.