Elvira Lindo.
- Manolito Gafotas.
Mi abuelo no quería celebrar su cumpleaños. Dijo que no, que no y que no. Mi madre le decía: -Pero papá, ochenta años no se cumplen todos los días. -Gracias a Dios -dijo mi abuelo-. Solo faltaba que ese disgusto se lo dieran a uno cada dos por tres. -¡Sí, abuelo! Nosotros te lo preparamos, invitas a tus amigos, compramos una piñata... -ya me lo estaba imaginando.