Federico García Lorca
- La cogida y la muerte
A las cinco en punto de la tarde. Eran las cinco en punto de la tarde. Un niño trajo la blanca sábana a las cinco en punto de la tarde. Una espuerta de cal ya prevenida a las cinco en punto de la tarde. Lo demás era muerte y solo muerte a las cinco en punto de la tarde.
Anónimo
- María Chuzena
María Chuzena techaba su choza y un techador que por allí pasaba le dijo: ¿María Chuzena, tú techas tu choza o techas la ajena? No techo mi choza ni techo la ajena, techo la choza de María Chuzena.