Jorge Ipiña Rasero
- La más querida
Estaba experimentando algo desconocido hasta ese momento: una lucha a vida o muerte entre lo que le decía su cabeza y lo que le decía su corazón. Decidió abrazarlo. El corazón había ganado la lucha y en el campo de batalla la imagen era desoladora: cientos de prejuicios yacían muertos o malheridos.
Jorge Ipiña Rasero
- La más querida
Un terrible pero corto silencio precedió al estruendoso ruido de cristales rotos que sobresaltó a Marina y a Luis. Todavía con el efecto de las sustancias químicas que sus cerebros habían repartido por sus cuerpos ante el inminente peligro, miraron hacia el suelo. Cuando vieron lo que había provocado aquella súbita explosión, empezaron a reírse. No pudieron dejar de hacerlo, ni siquiera cuando se dieron cuenta de que se estaban abrazando.
Jorge Ipiña Rasero
- La más querida
Es una sensación de paz, de pertenencia a una totalidad que da sentido a lo que nos ocurre, en la que puedes confiar y a la que agradeces en todo momento donde estás. No se puede razonar, solo se puede experimentar. Es como dar un gran salto al vacío para romper con todos los prejuicios, creencias y apegos que han condicionado tu vida. Los que viven en la suela del zapato te rebatirán, argumentarán racionalmente, te juzgarán, pero una vez que has conocido ese estado ya no quieres volver atrás.