Agustina Bazterrica
- Cadáver Exquisito
Cierra la puerta del galpón. Va a la casa. Se desnuda y se mete en la ducha. Podría venderla y sacarse el problema de encima. Podría criarla, inseminarla, empezar con un lote pequeño de cabezas, independizarse del frigorífico. Podría escapar, dejar todo, abandonar al padre, a su mujer, al niño muerto, a la cuna que espera ser destrozada.
Agustina Bazterrica
- Cadáver Exquisito
La mira fijo mientras ella completa el pedido con letra apretada. Spanel tiene una belleza detenida. Lo inquieta porque hay algo femenino debajo de un aura bestial que se cuida muy bien de mostrar. Hay algo de admirable en ese desapego artificial. Hay algo en ella que él quisiera romper.
Agustina Bazterrica
- Cadáver Exquisito
Sé que cuando me muera alguien va a vender mi carne en el mercado clandestino, alguno de esos parientes lejanos y horribles que tengo. Por eso fumo y tomo, para que el sabor de mi carne sea amargo y nadie disfrute con mi muerte.
Agustina Bazterrica
- Cadáver Exquisito
La carne especial de las carnicerías no es accesible y por eso surgió un mercado clandestino donde se vende carne más barata porque no necesita de los controles, ni vacunas y porque es carne fácil, carne con nombre y apellido. Así le dicen a la carne ilegal, a la que se consigue y produce después del toque de queda. Pero también es carne que nunca va a ser genéticamente modificada y controlada para que sea más tierna, más rica y más adictiva.
Agustina Bazterrica
- Cadáver Exquisito
Su casa está relativamente aislada. Los vecinos más cercanos viven a dos kilómetros. Para llegar a la casa hay que abrir la tranquera, que él pensó que había dejado cerrada con candado, y recorrer el camino surcado de eucaliptos. Lo sorprende no haber escuchado el motor del camión o haber visto la nube de tierra. Antes tenía perros que corrían a los autos y ladraban. La ausencia de los animales dejó un silencio opresivo, mudo.
Sheridan Le Fanu
- Carmilla
Y con alguna frecuencia me he despertado súbitamente de mi ensueño al sentir el paso ligero de Carmilla entrando por el salón de estar. He ahí el porque existen los vampiros, el gran cuestionamiento de la humanidad mostrado en un simple y bello libro.
Sheridan Le Fanu
- Carmilla
En la primavera siguiente mi padre me llevó con él en un viaje por Italia, que duró más de un año. Pasó mucho tiempo antes de que el terror de los acontecimientos hubiera mermado. Pero aún hoy la imagen de Carmilla invade mis recuerdos. A veces aparece como la bella, lánguida, juguetona que conocí. Otras veces la veo como el brutal demonio de la capilla en ruinas.
Sheridan Le Fanu
- Carmilla
Los dos médicos presentes, uno oficialmente, y otro por parte del promotor de la encuesta, reconocieron un hecho extraordinario: se apreciaba en la mujer una leve respiración y la acción correspondiente de su corazón. Sus miembros eran perfectamente flexibles, la carne elástica, y el cuerpo dentro del ataúd de plomo estaba inmerso en un baño de sangre de siete pulgadas de profundidad. Se presentaban, entonces, todos los reconocidos signos y pruebas del vampirismo.
Sheridan Le Fanu
- Carmilla
Al día siguiente se llevaron a cabo unos procedimientos formales en la capilla de los Karnstein. Se abrió la fosa donde estaba enterrada la condesa Mircalla y tanto mi padre como el general reconocieron el rostro de la hermosa y pérfida mujer que nos había visitado. A pesar del siglo y medio que había trascurrido desde sus funerales, sus facciones llevaban la calidez de un ser vivo. Tenía los ojos abiertos y ningún hedor de cadáver emanaba del ataúd.
Marqués de Sade
- La Filosofía en el tocador
Se llama de este modo, hermosa mía, a las víctimas públicas de los excesos de los hombres, siempre dispuestas a entregarse por su temperamento o por su interés; felices y respetables criaturas a quienes la opinión castiga pero la voluptuosidad corona y que, mucho más necesarias para la sociedad que las virtuosas, tienen el coraje de sacrificar, para servirla, la consideración que la misma sociedad osa quitarles injustamente. ¡Vivan aquéllas a las que el título de puta honra!
Yasunari Kawabata
- La Casa de las Bellas Durmientes
Le gustaría verla antes de que se durmiera, podría haber dicho. Pero por alguna razón las palabras se le ahogaron en la garganta. Habría desafiado la regla secreta de la casa. Precisamente por ser una regla tan extraña, tenía que ser cumplida del modo más estricto. Una vez transgredida, la casa no sería más que un burdel ordinario. Las tristes peticiones de los ancianos, la atracción, todo desaparecería.
Ernesto Sábato
- El Túnel
Generalmente, esa sensación de estar solo en el mundo aparece mezclada con un orgulloso sentimiento de superioridad: desprecio a los hombres, los veo sucios, feos, incapaces, ávidos, groseros, mezquinos; mi soledad no me asusta, es casi olímpica.
Ernesto Sábato
- El Túnel
A veces creo que nada tiene sentido. En un planeta minúsculo, que corre hacia la nada desde millones de años, nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos, hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren y otros están naciendo para volver a empezar la comedia inútil.