C. S. Lewis
- La Travesía del Viajero del Alba
Se había convertido en un dragón mientras dormía. Primero sintió alivio, ya no tendría nada que temer, pero en cuanto lo pensó se dio cuenta de que no lo deseaba. Quería regresar con los humanos y hablar, reír y compartir cosas. Comprendió que se había convertido en un monstruo aislado de la raza humana, y una terrible soledad se adueñó de él. Empezó a entender que sus compañeros no habían sido unas malas personas y se preguntó si él habría sido una persona tan agradable como pensaba.