El más traidor puede que lo tengas de frente, bebiendo tus frías o compartiendo tu cena caliente, ojalá se ahoguen los que siempre mienten, y una vez en el infierno, que se quemen para siempre, nunca había pensado que tu socio puede ser un sucio, que por un negocio te puede dar chuzo, mi brazo me dice que el amor me llevará lejos, pero el odio me enseñó a ser un lince, nunca un pendejo.