Pero debo decirles, caballeros, nada de esto me impresiona. Porque tenemos reglas en este avión y se van a hacer cumplir. Se parece mucho a la guardería. Mantendrán sus manos consigo mismos, mantendrán el nivel de decibelios bajo y, si alguno de ustedes siente la necesidad de gritar, escupir o morder, recibirá el tratamiento.