José Zorrilla
- Don Juan Tenorio
¿No es verdad, ángel de amor, que en esta apartada orilla más pura la luna brilla y se respira mejor? Esta aura que vaga llena de los sencillos olores de las campesinas flores que brota esa orilla amena; esa agua limpia y serena que atraviesa sin temor la barca del pescador que espera cantando al día, ¿no es cierto, paloma mía, que están respirando amor?
José Zorrilla
- Don Juan Tenorio
Por dondequiera que fui la razón atropellé, la virtud escarnecí, a la justicia burlé, y a las mujeres vendí. Yo a las cabañas bajé, yo a los palacios subí, yo los claustros escalé, y en todas partes dejé memoria amarga de mí.
Charles Dickens
- DAVID COPPERFIELD
Si soy yo el héroe de mi propia vida o si otro cualquiera me reemplazará, lo dirán estas páginas. Para empezar mi historia desde el principio, diré que nací (según me han dicho y yo lo creo) un viernes a las doce en punto de la noche. Y, cosa curiosa, el reloj empezó a sonar y yo a gritar simultáneamente.
G. Flaubert
- La educación sentimental
Jamás había visto un brillo como el de su piel morena, ni talle tan seductor, ni unos dedos tan finos que atravesaban la luz. Contempló su cestillo de labor embobado, como algo extraordinario. ¿Cuáles eran su nombre, su domicilio, su vida, su pasado? Deseaba conocer los muebles de su habitación, todos los vestidos que ella se había puesto, las personas que frecuentaba y, hasta el deseo de la posesión física, desaparecía en un anhelo más profundo, en una curiosidad dolorosa que no tenía límites.
G. Cabrera Infante
- Vidas paralelas
El folklore negro sobrevivió a todos los desastres y resurgió más potente que en la África negra dejada detrás pero convertida en una nostalgia de tambores. Ésta es la principal razón por la que sobrevivieron en Cuba, en Haití y en Brasil: eran esclavos pero conservaban su tambor como fuente de religión y de música. Es decir su cultura. En la América sajona les quitaron el tambor pero les dejaron el color fijo: no hay mulatos en Estados Unidos, todos son black.