Con pies grandes y pesados... Para tenerlos bien fijos en la tierra y no elevarnos. Con orejas grandes... Para aprender a oír y no actuar a ciegas. Con boca chica... Para no andar parafraseando, ni hablando de más. Con colmillo largo... Para saber actuar en momentos difíciles. Tener piel áspera y dura... Para aguantar los embates de los demás. Tener cola corta... Para que nadie, por más que quiera, pueda hablar de ti. Tener su memoria... Para que nunca olvides quién realmente eres.