Oscar Wilde
- El Ruiseñor y la Rosa
-¡Sé feliz -gritó el Ruiseñor-, sé feliz, tendrás tu rosa roja! Yo la fabricaré con música, a la luz de la luna, y la teñiré con la sangre de mi corazón. Todo lo que te pido, en cambio, es que seas un verdadero amante, pues el Amor es más sabio que la Filosofía, por sabia que ésta sea. Llamas de mil matices son sus alas, y del color del fuego es su cuerpo. Sus labios son dulces como la miel, y su aliento es como incienso.