Shakespeare
- Hamlet
Pues mirad entonces la indignidad que hacéis conmigo: queréis sacarme música como si conocieseis mis registros; queréis arrancar el corazón de mi misterio; queréis sondearme desde mi nota más baja hasta el tope de mi escala. Hay mucha música, una voz excelente, en este pequeño órgano, pero no podéis hacerle hablar. ¿Por qué pensáis que es más fácil hacerme sonar a mí que a una flauta?