Cuando tu cuerpo esté gritando, confía que tu mente esté escuchando, como una silueta que apenas puedes ver, como una sombra proyectada sobre el suelo tú eventualmente acostarás para siempre, pero el día continúa, el Sol se mueve detrás de ti, te vuelves más alto, más audaz, más fuerte y el retrovisor solo te ciega.