Santiago Pedrasa
- Cuentos para monstruos
Cualquier mago de mala muerte puede invocar a un demonio, pero nunca había visto que alguien invocara a un ángel. Mi ritual salió de maravilla... Hasta que me rogó que no lo regresara al "Cielo".
Andrés Alfonso
Mientras la descuidas y te fijas en otras, hay una fila enorme de hombres mejores que tú que la quisieran tener. Mientras le mientes y le causas dolor, otros quisieran cuidarle el corazón y ser el principal motivo de la alegría que refleje su rostro. Cuando la pierdas y des con personas a las que poco les importes, sabrás que no todas las mujeres son buenas... entenderás a través de los días la gran diferencia entre un amor de verdad, y sentimientos que duran solo una noche.
Samargos
Se fue como un enfermo se va de la vida: despacio, con dolor, pero sabiendo que, al final, es lo mejor. Que después, quizás, vendrá el cielo y si no, al menos, el descanso.
Carlos Gómez
Quién fue capaz de batallar en tu cadera, frente a frente, conociendo de antemano que tú eres la única que perdiendo, lo da todo, sin pedir nada a cambio.
J. R. Ward
- The Beast
Ella sabía lo que él estaba haciendo. Sabía exactamente por qué le había pedido hacer eso. Le estaba recordando que el futuro era desconocido. Así que, si tenías la oportunidad, incluso si no había música y sin vestido de baile, sin esmoquin o gala, cuando tu amor verdadero te pedía bailar, era muy importante decir que sí.
Anónimo
Te amo desde aquí, desde el principio del error de mi memoria, en soledad, por el poder adormecedor de las palabras. Te amo desde el "aún", desde el "no obstante" y el "a pesar de todo".
Elvira Sastre
- Baluarte
Empatizo con todo aquel que acumula bocetos incompletos, porque mi vida también fue una mancha negra en un lienzo blanco, pero entonces alguien me llevó a un museo y me llamó arte.
Jaime Sabines
- Cuando estuve en el mar era marino...
No me des nada, amor, no me des nada: yo te tomo en el viento, te tomo del arroyo de la sombra, del giro de la luz y del silencio, de la piel de las cosas y de la sangre con que subo al tiempo. Tú eres un surtidor aunque no quieras y yo soy el sediento. No me hables, si quieres, no me toques, no me conozcas más, yo ya no existo. Yo soy sólo la vida que te acosa. Y tú eres la muerte que resisto.
Lorena Pronsky
Me gusta verla porque me planta una evidencia que me cuesta asumir. Sí, la gente rota puede seguir su curso. Puede ser feliz. Ella es feliz. Las sonrisas no mienten. La mirada, tampoco. Ella es feliz. Y está hecha pelota. No es careta. No es valiente. Es simplemente una piba que rota, camina igual.
Isaac Asimov
- Los ojos hacen algo más que ver
-¿Qué hay de malo en recordar? -replicó Ames, desconcertado. -Porque el exterior no era tan rugoso y frío como eso, sino cálido y suave. Los ojos miraban con ternura y estaban vivos y los labios de la boca temblaban y eran suaves sobre los míos.
Gabriel García Márquez
- Cien años de soledad (Capítulo 17)
Úrsula tuvo que hacer un gran esfuerzo para cumplir su promesa de morirse cuando escampara. Las ráfagas de lucidez que eran tan escasas durante la lluvia, se hicieron más frecuentes a partir de agosto, cuando empezó a soplar el viento árido que sofocaba los rosales y petrificaba los pantanos, y que acabó por esparcir sobre Macondo el polvo abrasante que cubrió para siempre los oxidados techos de zinc y los almendros centenarios.
Jaime Sabines
Si te digo que te necesito... te miento. Pero si te digo que no te necesito... también te miento. A ver si me explico, no eres mi aire, no te necesito para respirar, pero sin ti... no siento que respiro.
Juan P. F.
Cuentan que el diablo una vez se enamoró, y no supo qué demonios hacer con ese vacío en el estómago. Cuentan que Satanás conoció su propio infierno en la boca de una mujer cuyos besos lo hacían un simple mortal. Cuentan que el diablo no es tan diablo, y se le puede ver caminando solo, con ojos de melancolía.
Bec Botefur
En este momento, sin embargo, voy a abrazarte porque sé que a veces la soledad puede ser el más oscuro de los sentimientos, y por encima de todo, te mereces una noche sin sentir que tu alma se está triturando en el vacío en el que sé que has vivido desde que él se fue.
Victor De la Hoz
Me vi en la necesidad de aprender el arte de aparecer en tus sueños. Nunca soporté aquellas noches en que la distancia se quiso robar el papel principal de nuestra historia.
Elvira Sastre
- Baluarte
Quien me conoce sabe que no es fácil hacerlo: por eso la mayoría huye al principio, por eso los pocos que lo consiguen se quedan para siempre. No dejo sin casa a aquel que llega a mí atravesando bosques de lenguas extintas.
Emily Bronte
- Cumbres Borrascosas
¿¡Perdonarte cuando veo esos ojos y toco esas manos enflaquecidas!? Bésame pero no me mires. Sí, te perdono. ¡Amo a quien me mata! Pero, ¿cómo puedo perdonar a quien acaba con tu vida?
Anónimo
No te rodees de personas que lo único que hacen es pensar en su aspecto físico. Eres mucho más que piel y huesos. Eres el conjunto vivo y armonizado de infinidad de atributos que pueden enloquecer de placer a cualquiera, si te dispones a ello.
Anonimo
Había una vez un campesino gordo y feo que se había enamorado (¿cuándo no?) de una princesa hermosa y rubia... Un día, la princesa -vaya a saber por qué- le dio un beso al feo y gordo campesino... y mágicamente este se transformó en un esbelto y apuesto príncipe (por lo menos así lo veía ella... por lo menos... así se sentía él).
Magela Gracia
- Un, dos, tres... ¡Bésame!
Si lo que quieres son certezas idiota mía, vas a tener que buscar otro sentimiento, porque el amor nunca es seguro. Ni dura, ni tiene que ser correspondido, ni tiene que ser maravilloso. Pero ya te digo yo que no sabemos vivir sin él.
